
Roth, el director, se inspiró en una conversación que tuvo con un amigo webmaster de un sitio en Internet. Este personaje le comentó a Roth ciertas cosas macabras que había encontrado en la red y que quisiera compartir ahora en estas líneas. Encontró un sitio en Tailandia donde ofrecían el servicio de asesinar a otra persona por sólo US$10.000, es decir pagas y te asignan una habitación con otro ser humano dispuesto a morir por el arma que te asignaron. Lo curioso es que esto no es considerado un delito, porque las personas que son víctimas se presentan voluntariamente, ya que esto le significa dinero al resto de la familia.
Esto me trae a recordar lo que se ha investigado en las culturas antiguas, precolombinas en américa y otras en europa, donde daban ofrendas a los dioses en base a sacrificios humanos. En particular los Aztecas tenían una peculiar forma de interpretar estas muertes, ya que asumían que las personas de todas maneras estaban encaminadas hacia la muerte, por lo tanto si este proceso servía para algo tan importante como ofrecer su corazón a los dioses, entonces la muerte no era inútil. Ademas muchas veces ofrecían a hijos y otros familiares para el sacrificio, a cambio de cosas de valor, alimentos, etc. Claro está que no es lo mismo esta situación de Tailandia, ya que en vez de satisfacer a los dioses, se satisfacen los placeres macabros y morbosos de personajes con dinero, pero sin embargo para el asesinado es una muerte que da frutos y puede salvar de la pobreza a su familia.
Al parecer estamos volviendo a lo mismo, o en realidad nunca hemos evolucionado, la idea de la vida y la muerte es cada vez una sutileza que cobra menos importancia en ciertas personas. El que se venda la idea de matar, quiere decir que hay gente que le causa placer hacerlo y pagan por ello, esto creo que es un retroceso en el respeto a nosotros mismos.
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