He estado reflexionando acerca de la real necesidad de las personas, me refiero a las básicas que recae en la gente de pocos recursos en una sociedad, en particular en la cultura chilena. De acuerdo a experiencias, y creo que a muchos les ha pasado, uno distingue la creatividad de la gente para conseguir el sustento diario para el hogar, sin embargo el acostumbramiento hace que la buena voluntad de la gente relativamente pudiente sean los proveedores y mantenedores de muchos ciudadanos que se valen de ello para alimentarse. Me refiero a la gente que te solicita algún tipo de colaboración ya sea a cambio de alguna manifestación artística, una limpieza rápida del parabrisas, una triste historia de vida o simplemente porque dice no tener otra forma de vivir.

De acuerdo a esto último se ve claramente ciertas diferencias y clasificaciones de estas personas. Por un lado están los creativos, los que te ofrecen humor en las micros, los que las hacen de bufón o arlequín callejero o cualquier otra manifestación artística. Ellos creo que se toman con seriedad el asunto e intentan entregar un producto de calidad y creativo, sin poder recriminarles que no tiene un trabajo, ya que de alguna manera es una manera sana de ganarse unos pesos (que no son pocos). Por otro lado están los que por distintas causas (presidiario, enfermedad, etc.) tienen un historial triste y hacen un llamado a la buena voluntad de las personas luego de intentar sensibilizarlas con la triste historia de sus vidas. Es aquí, creo yo, donde hay que tener especial cuidado, ya que puede ser que la historia sea cierta y la persona se encuentra sumergida en una cruel y triste desgracia, o puede ser (lo más común) que se trate de una charlatanería que busca engañar y persuadir.
Más de alguien creo yo ha encontrado un ciego falso, un cojo corriendo, o simplemente los que llegan a pedir a las casas –“Algo para parar la olla”- y si les das comida la botan por ahí, ya que buscan dinero, algo para reducir a dinero o más macabro aún, alguna casa vacía para poder conseguir ¡más dinero!. Realmente me gusta ayudar a las personas, pero creo que los que realmente necesitan de tu beneficencia y buen corazón no van a pasar por tu casa a “dar pena” para sensibilizar tu caridad, sino que van más allá, se esfuerzan y en cierta manera cuentan con más orgullo que los “caradura” que te embaucan.
Al final, para muchos, es un gran negocio el vivir de las donaciones: no pagan impuesto, no tienen horario de trabajo, no se estresan, el objetivo es siempre el mismo, no hay teléfonos, etc.; es por ello que se vuelve costumbre y al final prefieren eso a trabajar por mucho menos (han asegurado que ganan más que el sueldo mínimo).
Por ello si quieres ser solidario hay que ayudar a quienes realmente necesitan y de una forma verdaderamente desinteresada.

-“No seas un personaje que alimenta las malas costumbres“-
1 comentario:
Oiga amigo se ve usted un personaje de buenas costumbres, lo invito a que eche un vistazo a la página de mi banda:
http://www.nahuales.blogspot.com/
Espero que le guste!!!
Saludos desde México!
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